Foro de Mavea

El mes de mayo quizás sea el mejor del año para visitar la cabaña, por el color verde clarín de los árboles (ver foto), porque el prao comienza a llenarse de flores, y porque aún no hay ganao por la zona (subirán a primeros de junio). Los serbales sacan también flores (ver foto).
Subí con ganas de conocer que polinizadores hay por la zona, ya que por allí no hay abejas comunes. Así, miré 33 flores de Anemone nemorosa durante 10 minutos cada una, pero sólo vi 3 visitas de una mosquina cada vez (ver foto). Luego miré 21 plantas de jacinto silvestre (con un total de 56 flores abiertas) durante 10 minutos cada una, pero sólo hubo una visita de una abejina. Pregunté a un experto en polinizadores, el colega Marcos Méndez, y me dijo que sí era normal tan baja tasa de visitas en ambas especies. El próximo día atenderé a otras flores, como las margaritas, a las que en poco tiempo sí vi diversos visitantes (ver fotos).
Por la cabaña andaban dos frecuentes lugareños a los que aún no puse nombre: un pececillo de fuego (ver foto) y los milpiés (ver foto).
Aprovechando un coco que estaba pasao, se lo dejé a los pájaros (ver foto).
Tuve una curiosa experiencia con un carbonero garrapinos: como vestía una chaqueta amarillo fosforito, se me acercó a 1 metro escaso un ejemplar para mirarme descaradamente a ver qué coño era eso que daba tanto cante
Para la charca construí un sencillo refugio para dar sombra (ver fotos), lo suficientemente alto para ver quien se mete debajo. La causa es que en días de mucho sol hay pocos lugares donde refugiarse (daros cuenta que el agua se calienta a pesar de correr de forma continua).
Al día siguiente había una niebla cerrada que impidió que muchas flores se abriesen (ver fotos). Y es que más de la mitad de las especies silvestres de aquí tienen nictinastias.

Hace un par de semanas subieron a conocer la cabaña unos amigos del grupo senderista La Corra, que coordina el compañero Milio (ver foto de Silvino). Se me ocurrió una nueva costumbre a instaurar: en vez de libro de firmas, que cada visitante suba una piedrina y ponga en ella su nombre y fecha de visita, acumulándolas junto a la puerta (ver foto). Así nace "el jito de la amistad"
Esta húmeda y fresca primavera hace que aún haya mucha nieve en las montañas (ver foto). No recordaba una situación semejante desde hace casi 30 años. Pero la falta de sol crea otro efecto: está todo retrasao un mes, y en el caso de los fresnos llevan mes y medio de retraso (todavía le están creciendo las hojas ahora; ver foto). Los acebos comienzan a abrir sus flores estos días (ver fotos), como los gamones (ver foto). Las laderas están blancas por la tardía floración de los brezos arbóreos (ver foto).
Los praos están rebosantes de flores, donde dominan los azules de los jasiones, verónicas y polygalas (ver fotos).
Ya hay vacas por allí, y un rebaño de unas 15 estuvo recorriendo la valla hasta que encontró un lugar con los cables destensaos, por lo que entró en el prao. Me costó más de una hora de correr tras ellas para echarlas de allí.
El impacto sobre el prao fue notorio, pero sólo en zonas concretas, por lo que aún está rebosante de vida. Esperemos que no vuelvan a entrar para que crezcan los bebes robles que hay entre las hierbas (ver foto).
El tejao de la cabaña está también florido, y cuento 15 especies de plantas, determinadas por el tocayu gijonés
En la braña de abajo Susana nos enseña a identificar el ajo de oso (ver foto), cuyas hojas saben efectivamente a ajo. Y Milio encontró una curiosa planta parásita: Lathraea clandestina (ver foto).
Hay bastantes insectos polinizando, como una chula mosca del género Cheilosia (identificada por Piluca; ver foto). Veo una polilla interesante, que según me dice Jorge es una especie migradora: Autographa gamma (ver foto).
En la charca aparece el primer tritón alpino (ver foto). Además hay algunas ranas bermejas adultas por allí. Entre los insectos que visitan la charca, hay elatéridos (ver foto), unos escarabajos diminutos (ver foto) y otros que parecían juveniles de zapateros, pero que el colega Esteban me dice que son Trepobates (ver foto) y son americanos ¿Cómo llegaron hasta L´Arandanal?
Entre los pájaros, hay muchos cantando. Junto a la cabaña tengo dos clásicos: mosquitero común e ibérico. Además de camachuelo. Y de rapaces por allí está la pareja de alimoche, buitres leonados, una Culebrera (ver foto) y pasó un halcón abejero.
Entraba un frente, que dejó unas guapas irisaciones en los cirros (ver foto).

Respecto a la chinche acuática, me dice Luis Vivas de Biodiversidad Virtual que no es la especie americana, sino que eran realmente ninfas-juveniles del zapatero Aquarius sp.

La vida rebosa por todo el valle, como en la braña que hay más abajo (ver fotos). Muchas flores son identificadas por el colega César Fernández.
La vegetación está exuberante, sobre todo las hierbas-gramíneas (ver foto) pero también están crecidos los helechos Lo malo de esta altura vegetal es que son oteaderos de garrapatas (ver foto)
En el prao los colores amarillos están empezando a ganar terreno sobre los azules (ver fotos). Y es que hay aún más variedad de flores (ver fotos). En los árboles, unos acabaron la floración, como los mostajos (ver foto), otros están en ello, como las espineras (ver foto), otros aún tienen muchas (como los acebos y piornos, ver foto) y hay plantas que están a punto de comenzarla, como la xaranzaina (ver foto). Veo orquídeas en el prao (ver foto).
En el tejao florecen los sedum (ver foto).
Los jacintos ya tienen frutos (ver foto) y las hayas están cargadas (ver foto).
En la huerta por fin es notoria la escanda (ver foto), así como las patatas (ver foto).
Con la humedad, sale una seta junto a la cabaña (ver foto). Las gotinas de la niebla se posan en el tejo y parece un abeto (ver foto).
En el fresno frente a la puerta el chochín hizo un nido (ver foto). Entre la hierba son frecuentes las puestas de las pequeñas cigarras (ver foto). También hay muchos insectos y sus depredadores (ver fotos).
La charca ya tienen muchos renacuajos convertidos en miniranitas (ver foto). También pululan las arañas con su puesta (ver foto).

Hace un mes que no llueve y con altas temperaturas. Así, la nieve desapareció de las montañas cercanas (ver foto). Las plantas de mi tejao lo pasan mal, estando secas muchas (ver foto). Menos mal que con lo que cayó en primavera aún los acuíferos están bien de agua y puedo mantener la charca a tope (ver foto). Gracias al consejo de Damián de meter juncos para atraer libélulas, acaban de llegar varios caballitos del diablo de dos especies (determinados por Marián; ver fotos). Sigue estando bien de vidilla (ver foto de nadador de espalda).
Como no me volvió a entrar ganao, podemos seguir la sucesión vegetal estacional en el prao. Ahora dominan los blancos de las milenrramas (ver foto). Y con ellas unos cuantos insectos, como el escarabajo avispa (ver foto). Las flores bajitas siguen siendo coto de los abejorros (ver foto). Y hay saltamontes por todas partes (ver foto). Como no hay ramoneadores, es la primera vez que veo aquí a las gencianas amarillas a tope de floración (ver fotos). Los que sí siguen por aquí son los jabalíes (ver foto).
El retraso fenológico se nota en que los castaños de abajo están floreciendo ahora, y que por fin los fresnos se llenaron de hojas (ver foto).
En la huerta por fin salieron las espigas de la escanda (ver foto). En la esquina, como otros años, se refugia una hembra de sapo (ver foto). Cuando quiere remojarse, tengo cerca la bañera llena de agua.
A mediodía pega tanto el sol (hace unos días el termómetro marcó aquí 29 ºC) que tenía ganas de hacerme un parasol para comer fuera sin quemar. Lo hice con unos maderos y dos estores (ver foto). Y le di un toque alegre a la pared de la cabaña (ver foto).
Otra cosa que tenía ganas es de preparar una ensalada silvestre. Así, recolecté lo que tenía delante de la puerta: hojas y flores de trébol pratense, hojas de margarita y de diente de león. Y en zonas cercanas recogí flores de madreselva y hojas de ajo de oso y oxalis (ver foto). Un poco más allá, fui a por miruéndanos y orégano (ver foto). Probé los tallos tiernos de la cardencha (ver foto), pero amargan mucho. Tras lavar bien las hierbas (curiosamente no vi bichos entre ellas; ver foto), me quedó una ensalada muy rica (ver foto).

Y llegó la canícula. El prao ya tiene las hierbas pardas típicas del estío (ver foto). Pero están llenos de vegetación gracias a que no entra el ganao. Los robles que nacieron por el prao siguen medrando (ver foto).
La escasez de agua se nota en el tejao, donde está todo agostao menos los sedum (ver foto).
Aún así, salieron algunas flores nuevas, como el cardo palustre (ver foto) o el escordio bastardo (ver foto). Y entonces siguen viéndose por allí algunos insectos, como moscas (ver foto) y mariposas (ver foto). Y a ellos andan las arañas (identificada por Esteban Guerra; ver foto).
Las xanzainas tiene fruto (ver foto), así como los serbales (ver foto).
Las fayas no sólo tienen fayucos, sino también unas típicas agallas (ver foto).
Los musgos están en flor, cargaos de polen (ver foto).
La charca sigue a tope de nivel (ver foto), y eso permite que esté muy guapa de bichos. Además de las libélulas pequeñas, por allí pasó una libélula grande que no pude identificar. En el agua apareció una larva de ellas (ver foto).
La cabaña tiene unos cuantos líquenes que aún no me identificaron (ver fotos). Y a su lado volvió un viejo compañero: puse de nuevo en pie a nuestro amigo Aristófanes (ver foto).

Como pasó el año anterior, me volvió a entrar el ganao e hizo de las suyas: ramoneó el prao (ver foto) y lo abonó bien de cagadas, pero lo peor es que entró en la charca y me la destrozó parcialmente (ver fotos). Hay que seguir mejorando las cosas, porque la naturaleza lo agradece: reforcé el punto débil de la valla que encontraron las vacas y volví a ordenar la charca, que tras una noche llenándose, volvía a presentar un buen aspecto (ver foto).
Parece mentira que en la mitad de la charca con agua que había quedao, verde además del mexio del ganao, había mucha vida: una libélula Lestes dryas (identificada por Marián, que debe reproducirse por las mudas de larvas que encontré; ver fotos), muchos escarabajos acuáticos, un gran ditisco, zapateros, notonectas (una muerta, ver foto) y bastantes renacuajos, algunos ya ranitas.
Aparecen más setas (ver foto) y sus principales depredadores, las babosas (ver foto).
Hay muchos saltamontes por el prao (ver fotos).
Salen las quitameriendas, que van alfombrando el prao (ver foto), y no son raras las blancas (ver foto). Pocas flores quedan más, como las milenrramas, y a ellas van los polinizadores, sobre todo moscas (ver foto). Pero la mayoría de los insectos visitan las quitameriendas, como abejorros y abejas (ver foto).
Los camachuelos están devorando la gran cosecha de frutos del serbal. Tal es así, que ni se inmutan mientras los ves comer debajo del árbol, cayéndome encima sus continuos restos (no tienen modales en la mesa, ni siquiera aprovechan parte de la comida). El suelo está tapizao de sus restos (ver foto).
En la huerta solea una hembra de lagartija serrana sobre Aristófanes (ver fotos).

Buenas noticias: llega el otoño y comienza a llover, y salen las setas (ver fotos); menos mal, porque este verano fue muy seco. Otra gran noticia es que descubro un árbol que no conocía en la finca: un manzano silvestre (ver foto). Y otra buena noticia es que por fin determino qué especie de topillo es la que tengo dentro de la cabaña: topillo rojo (ver foto). Este es uno de los topillos más escasos de Asturies; vive en árboles, pero a veces también en muros (no encontré referencias dentro de cabañas).
Todo está alfombrao de quitameriendas y azafranes silvestres, y los polinizadores van a ellos, así como a las Potentillas (ver fotos). Y están saliendo algunas flores, como el diente de león y la centaurea (ver fotos).
Descubro un segundo tejo hembra (ver foto), pues la mayoría son machos.
El hayedo está muy guapo. De lejos parece que se torna pardo por las copas, pero eso es debido a la gran carga de hayucos de este año (ver fotos). Y con tantos hayucos, moras, escaramujos y setas, me preparé un plato de temporada (ver fotos).
También caen bastantes avellanas (ver foto). Unas comidas por pícidos, otras por ratones/topillos y otras por ardillas.
Veo chinches, mariposas, y en la charca dos machos de la libélula Aeschna cyanea luchan por hacerse con el espacio (ver fotos).

Y siguen las buenas noticias: la libélula Aeschna cyanea encontró pareja, por lo que esperamos pronto su descendencia en la charca; de noche volvió a visitarme el lirón gris en la cabaña; y lo mejor fue una de esas experiencias inolvidables en las que te sientes participante de lo que ocurre: me fue rodeando un bando de varias decenas de páridos y similares (algunos se acercaban a mirarme), entre los que vi al menos 10 carboneros garrapinos, 2 carboneros palustres, 1 carbonero común, 1 herrerillo común, 2 herrerillos capuchinos, 3 mitos, 2 trepadores azules, 1 reyezuelo listado y 1 agateador común. Son todas las especies posibles, ya que aquí nunca vi agateador norteño ni reyezuelo sencillo.
Los azafranes silvestres siguen dominando el paisaje (ver foto). Se cierran por la noche, y algunos ofrecen imágenes curiosas (ver foto). Como todos los polinizadores van a libar a esta especie, dejan restos de su polen en otras flores, como en jasione (ver foto). Aparecen más flores, como tojos, seselis, y un ranúnculo escaso que me determinó César Fernández (ver fotos).
Las Milenrramas siguen con flores, por lo que también van a libarlas (ver fotos). La xanzaina aún tiene semillas (ver foto), pero las semillas más abundantes ahora están en los hayucos y los serbales (ver fotos).
Siguen apareciendo setas (ver fotos). Y es que hay mucha humedad, no tanto de la lluvia como del rocío (ver foto). El paisaje está bucólico (ver foto).

Buenas,
Este verano pude observar un ejemplar de esa polilla en la costa de Llanes. ¿Alguien que se preste a identificar la especie?
Gracias!